2.25.2011

La Otredad de Cristobal Colon.


Basándonos en la lectura “La Conquista de América el problema del otro”, vamos a señalar la visión occidental del otro ejemplificando dicha perspectiva con Cristóbal Colon y el proceso de el viaje a las indias (América).Las características de esta visión de otredad Cristóbal Colon las revela de una manera muy particular, con sus comportamientos. Para poder entender el comportamiento de este personaje con los americanos, es indispensable identificar su ideología y sus intereses.

Cristóbal Colon, es un individuo naturalista, como evangelizador y predicador (como él se consideraba) de la religión, que incluso se interesaba por liberar a Jerusalén en las cruzadas, sin embargo; se encontraba en la disyuntiva de dos procesos de la humanidad: La Edad Media y Edad Moderna. Que en sus actos se puede ver notablemente.

Sus actitudes, modos e ideas, hacia las nuevas tierras descubiertas como a los americanos son muy ambiguas, ya que desconocía que se iba encontrar en el transcurso de este viaje y a quien (Solo tenia el conocimiento de ir a tierras ya conocidas o recorridas por otros navegadores como Marco Polo y las interpretaciones de la Biblia), la justificación de este viaje es debido a la idea de la existencia en gran abundancia de oro, en nuevos territorios, motivo suficiente para que lo Reyes de España administraran dicha empresa. Sin embargo para Colon no era esto todo su interés. 1

La codicia no es el verdadero móvil de Colon: si le importaba la riqueza, es porque significaba el reconocimiento de su papel de descubridor; prefería para si el burdo hábito de monje.

Colon, era un hermeneuta inspirado en la Biblia como en los escritos de navegadores anteriores a él, interpreta ciertas situaciones del viaje como señales de tierra o de Dios, incluso se convenció de poder encontrar el paraíso terrenal, la visión de Colon a la hora del encuentro con los americanos es de constante confusión, no sabe si esta tratando con animales o con personas sin cultura ( ya que en el encuentro nota que no están vestidos, esto para él lo simboliza como falta o escases de cultura) a Colon; no le interesaba entender a los americanos, los ve como parte de la misma naturaleza, como objetos, incluso se niega a entenderlos, al momento que intenta comunicarse con estos asimila las palabras que emiten los americanos como españolas, comprende este lenguaje a su manera y no asimila este mismo como un nuevo lenguaje.2

Todo ésta en el encadenamiento de estas cuantas frases: la percepción sumaria que tiene Colon de los indios: mezcla de autoritarismo y condescendencia; la incomprensión de su lengua y de sus señas; la facilidad con que se enajena la voluntad del otro en aras de un mejor conocimiento de las islas descubiertas; la preferencia de las tierras frente a los hombres.

Colon se preocupa mas por los nuevos descubrimientos, que por entender a estos nuevos individuos, por su espíritu naturalista esta dispuesto a explorar la primera isla en que desembarco y las islas cercanas a ésta, ya que no olvida sus principales objetivos; la promesa de encontrar el oro para los Reyes de España, su inquietud de descubrimiento de nuevos territorios(que nombra de forma española y religiosa tanto a las islas como algunos nativos que lleva a occidente )y el espíritu evangelizador como predicador.

Colon define muy anticipado el comportamiento de los americanos, en primera instancia los cataloga de muy generosos debido al primer encuentro, ya que a falta de comunicación; realizan un intercambio de objetos, en el cual los nativos dan cantidades de oro equivalentes, o no: a ropa, vidrios y tazas rotas. Estas intercambiadas incluso por el mismo Colon, este acto lo identifica como una cualidad generosa de los nativos, pero no entendía que el sistema económico europeo (donde el oro ocupa un gran valor) solo existe en occidente y no se regia este en América.3

A falta de palabras, indios y españoles intercambian, desde el primer encuentro, pequeños objetos sin importancia, y Colon no deja de alabar la generosidad de los indios que dan todo por nada (…) Colon no entiende que los valores son convencionales, que el oro no es mas valioso “en sí” sino sólo en el sistema europeo de intercambio.

Posterior cambia esta virtud de generosidad hacia los americanos, ya que en otro viaje, en vez de que los nativos realizaran el mismo proceso de intercambio de objetos, recurrieron a saquear y arrebatar las pertenencias de los europeos, por cual opta Colon; al castigo, con los medios utilizados en Occidente y por la Iglesia. Esto es un motivo suficiente para la evangelización, según Colon.

Colon ve con ciertas cualidades a los nativos, en un intento de comparación y de cierta “igualdad” pero sin embargo estas virtudes están manipuladas a su favor, empieza a catalogarlos y hacer un análisis en que son buenos estos hombres, califica que algunos tienen capacidad para tejer y hacer casas, e incluso de adoptar sus costumbres, por lo que es importante evangelizarlos, que es su propósito primordial desde un inicio.4

Sea como fuere, ahora sabemos que la expansión espiritual ésta indisolublemente ligada a la conquista material (se necesita dinero para hacer cruzadas), y hete aquí que se abre una primera falla en un programa que implicaba la igualdad de los asociados: la conquista material (y todo lo que implica) será a la vez resultado y condición de la expansión espiritual.

Colon nunca quiso descubrir a los americanos, sino solo los utilizo como un medio para llegar a sus verdaderos intereses, justificándose; con la enseñanza de cultura y religión, a cambio de oro.

Esta visión (occidental), de actuar pensar y relacionarse frente a este fenómeno llamado otredad, trae como consecuencias en el mundo; una clasificación entre los individuos, una jerarquía e incluso un intento de homogenizar al otro con la visión del yo. Sin comprender o tratar de comprender a mi otro, que no es como mi yo. Esto se puede ver claramente en el siguiente paso que llevo el descubrimiento del Nuevo Mundo a causa del primer contacto con este: la Conquista. Que solo haremos referencia a la de México, pero que también repercutió en toda Mesoamérica.

En ésta se puede ver claramente la imposición del yo europeo, frente al otro mesoamericano, la otredad en este proceso de la Historia juega un papel muy importante, se puede ver notablemente el intento de homogenización cultural y religiosa frente al mesoamericano, como al choque del yo mesoamericano frente al yo europeo, que se resiste a este cambio de su yo; cultural y religioso.

La visión europea del yo, no asimila a su otro como una persona con diferentes formas de expresarse, razonar y actuar. Ya que el occidental solo pensaba en si mismo o en su yo: Antropocentrista, y al no comprender al otro comienza por desprestigiarlo, subordinarlo y hacerlo a su semejanza, simulando cierta “igualdad”.

Este choque de otredades trajo como consecuencia, una hibridez cultural, social y religiosa, que ha tenido varias transformaciones históricas en un estira y afloja de estas dos cosmovisiones de ver el mundo. Sin embargo aun persiste la visión del yo (occidental), impuesta como la única e idónea entre los individuos, y de manera al parecer natural se sigue desprestigiando y olvidando al yo (mesoamericano) simulando la cierta “igualdad” antes mencionada, intentando reconocer al otro, pero no comprenderlo.

Esta “igualdad” a sufrido transformaciones históricas, sin embargo sigue presente esta dominación del yo occidental, debido al logro de la Conquista; primero imponiendo de una manera bélica y atroz, y posterior la ideológica que ha quedado permanente y se traduce en el olvido, la falta de identidad y el no reconocimiento de su otro yo mesoamericano, negándolo y buscando el yo occidental reconocido y respetado, negándose a si mismos y a sus otros semejantes. El individuo esta consiente de esta negación, pero la aceptado porque esta impuesta y le ha servido para ser reconocido y respetado, y en algunos casos la asimila como parte de su vida y destino, debido a la educación de la misma forma impuesta cíclicamente, repitiendo estos patrones asimilándolos como “verdaderos” y “positivos”.

Todero Tzvetan, “La Conquista de América”, México Siglo XXI editores, 2003.

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